La compra-venta de una vivienda es un proceso emocionante, pero también conlleva una serie de obligaciones fiscales que tanto el comprador como el vendedor deben tener en cuenta. A continuación, desglosamos los principales impuestos que se generan durante esta transacción y quién es responsable de pagarlos.

1. Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP)

Este impuesto se aplica a la compra de viviendas de segunda mano y varía según la comunidad autónoma. Generalmente, el comprador es quien debe asumir este coste. La base imponible se calcula sobre el precio de venta acordado o el valor catastral, dependiendo del que sea mayor.

¿Quién paga?

El comprador.

Cuantía:

Varía entre el 6% y el 10% del precio de compra, dependiendo de la región.

2. IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)

En caso de adquirir una vivienda nueva (es decir, directamente del promotor), se aplica un IVA del 10%. Este impuesto es también responsabilidad del comprador y se calcula sobre el precio total de la vivienda.

¿Quién paga?

El comprador.

Cuantía:

10% sobre el precio de venta.

3. Actos Jurídicos Documentados (AJD)

Este impuesto se paga por la formalización del documento notarial que acredita la compraventa y su cuantía depende del valor escriturado. También es asumido por el comprador, aunque en algunas comunidades puede haber variaciones en su aplicación.

¿Quién paga?

El comprador.

Cuantía:

Entre el 0,5% y el 1,5% del valor escriturado.

4. Plusvalía Municipal

Este impuesto grava el incremento del valor del terreno desde la última transmisión hasta la actual. Aunque tradicionalmente lo ha pagado el vendedor, hay comunidades donde se permite al comprador asumirlo si así lo acuerdan las partes involucradas.

¿Quién paga?

Generalmente, el vendedor.

Cuantía:

Depende del incremento del valor catastral y los años transcurridos desde la última transmisión.

Consideraciones Finales

Es importante destacar que además de estos impuestos directos, tanto compradores como vendedores deben considerar otros gastos asociados a la compraventa como honorarios notariales, gastos registrales y posibles comisiones inmobiliarias. Por ello, es recomendable contar con asesoramiento legal o fiscal para evitar sorpresas desagradables durante este proceso tan significativo.

Al entender quién tiene que pagar cada uno de estos impuestos y cómo se calculan, podrás llevar a cabo tu operación inmobiliaria con mayor tranquilidad y seguridad jurídica. ¡Buena suerte en tu aventura inmobiliaria!